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Un sonido mágico e inigualable es el que transmite un violín, por lo que se ha convertido en el instrumento favorito de numerosos músicos que ven en él la posibilidad de transmitir sus más íntimos sentimientos. A lo largo de la historia, numerosos violinistas han acaparado el interés de los amantes de la música, y aunque no todos han logrado pasar a la posteridad, durante sus vidas han disfrutado el placer de generar conmovedores sonidos a través de un violín. Para que comprendas un poco la maravilla de implica tocar este instrumento, lo que nos motivó a crear los cursos de violín, aquí te presentamos breves reseñas de algunos de los músicos que han dejado huella.
Itzhak Perlman
El 31 de agosto de 1945 nació en Tel Aviv, Palestina, uno de los mejores y más famosos violinistas de la segunda mitad del siglo XX: Itzhah Perlman.
Este maravilloso músico contrajo poliomelitis cuando tenía cuatro años de edad, por lo que gran parte de su vida usó muletas y se vio forzado a tocar el violín siempre sentado, pero ello no le impidió estudiar en la Juilliard School y posteriormente ganar el primer lugar en la Leventritt Competition, lo que marcó el inicio de su exitosa carrera.mHa aparecido en programas norteamericanos como “The tonight show”, “Plaza Sésamo” y “El show de David Letterman”, además de tocar en la Casa Blanca. Fue el violín solista de la película “La lista de Schindler”, donde interpretó música del compositor John Williams, lo que lo hizo acreedor a un Óscar por mejor música. Recientemente participó en la banda sonora de la película “Memorias de una geisha”.mAdemás de tocar y grabar música clásica, Perlman también toca jazz y klezmer. Su versión de los “24 caprichos” de Paganini es una de sus grabaciones más conocidas y en total ha ganado 15 premios Grammy. Toca un violín Stradivarius de 1714, que perteneció a Yehudi Menuhin.

Niccolo Paganini
Este músico nacido en Génova, Italia en 1782 es sin duda una de las figuras más emblemáticas de la música clásica. Por lo menos 30 biografías se han realizado en torno a este violinista cuyo especial talento musical, peculiar personalidad y leyendas que lo rodearon, aún llaman la atención de muchas personas.
Fue un niño prodigio, a tal grado que cuando su padre lo envió con el maestro Alessandro Rolla para que le enseñara a tocar, éste, tras escuchar un concierto del infante, consideró que ya no había nada más qué explicarle. Logró amasar una gran fortuna con sus conciertos, pero durante toda su vida continuó vistiendo con un aspecto desaliñado, lo que lo convirtió en un músico inconfundible. Tan extraordinaria era su habilidad como violinista, que se rumoraba que había alcanzado ese don debido a que en una ocasión mató a un rival, por lo que fue condenado a la cárcel, donde había vendido su alma al diablo a cambio de conseguir la maravillosa capacidad de tocar el violín como nadie.

Isaac Stern
Aunque nació en Ucrania, este reconocido músico aprendió a tocar el violín en Estados Unidos, donde su familia se estableció cuando él tenía un año de edad.
A los 11 años dio su primer concierto con la Orquesta Sinfónica de San Francisco y dos años más tarde debutó en Nueva York
Además de apoyar a nuevos compositores, músicos e intérpretes, Stern se convirtió en un maravilloso intérprete de música de cámara.
Suscitó obras nuevas escritas por Rochberg, Penderecki, Shumann, Bernstein, Dutilleux y Maxwell Davies, mismas que interpretó con un violón Gernerius de Gesú.

David Oistrakh
Es un reconocido violinista soviético nacido en 1908. Su consagración a nivel internacional la obtuvo en 1937, cuando ganó el concurso Eugéne Ysaÿe en Bélgica.
Gracias a que era un erudito musical, era capaz de traducir con un arte incomparable las obras de artistas clásicos como Bach, Beethoven y Brahms. Contaba con una gran sinceridad de expresión y lograba transmitir lo que deseaba incluso ante grandes músicos de su época.
Con su Stradivarius de 1706, interpretó composiciones que shostakovich, Prokofiev, Jachaturian y Kabalevski escribieron para él.

Yehudi Menuhin
Nació en Nueva York el 22 de abril de 1916, hijo de unos judío rusos que emigraron primero a Palestina y posteriormente a estados Unidos.
Recibió sus primeras lecciones de violín a los cinco años de edad, y debido a su prodigioso talento, progresó velozmente, al grado que dos años después tocó en San Francisco la Sinfonía Española de Laló bajo la dirección de Akfred Hertz.
Enesco, su formador musical, lo convirtió en un músico reflexivo, muy por encima de su época. En 1935 dio la vuelta al mundo con 110 conciertos en 63 ciudades y durante la Segunda Guerra Mundial ofreció 500 conciertos para las tropas aliadas y la Cruz Roja.
Entre sus logro se encuentran la creación en Inglaterra de una escuela de música al estilo de la Escuela Central de Moscú, combinando la enseñanza general con la musical: la Yehudi Menuhin Music School.