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Bienvenidos al blog Virtuosso, en esta ocasión te presentamos un post sobre uno de los rasgueos base, utilizado en la guitarra flamenca denominado abanico, al cual también se le conoce como arrebato o mariposa.

El rasgueo de abanico se caracteriza por la postura que la mano adopta al realizar este movimiento, el cual consiste en el resbalado de las uñas con el dorso hacia abajo; podrás observar detalladamente la posición de los dedos y notarás que el movimiento que surge de la muñeca simula la apertura de una cerradura, lo que te ayudará a ejecutar correctamente este rasgueo.

Al agregar a este movimiento un regreso de la mano al tocar las cuerdas, notarás que el dedo pulgar comenzará a participar en el rasgueo y que al aplicar mayor velocidad, tendrás como resultado el rasgueo de abanico.

Para comprender mejor como se lleva a cabo este rasgueo, te recomendamos seguir tres pasos, siempre iniciando desde la posición básica de nuestra mano.

El primer lugar, tendrás que realizar un golpe con el pulgar hacia arriba, observa como los dedos quedan encogidos. El paso dos es cuando el dedo medio y anular realizan el rasgueo de cuerdas hacia abajo, quedando la mano en una posición extendida. Por último, llevarás el pulgar hacia abajo, dedo que habíamos subido inicialmente.

Es importante que siempre observes los movimientos de la muñeca, ya que esto te podrá ayudarte a adquirir mayor velocidad para ejecutar de forma correcta el rasgueo de abanico.

En este video de Técnicas de guitarra flamenca – Rasgueo de abanico, podrás realizar algunos ejercicios con la guitarra abierta, con los que practicarás la velocidad con que se lleva a cabo y con ello, conocer el sonido que se está creando, así como también la dinámica o volumen que estás generando en la melodía.

El rasgueo de abanico se utiliza normalmente para el cierre de algunos números o para resaltar momentos específicos de la melodía y también para crear atmósferas como podrás observar en este video.

Te recomendamos practicar este rasgueo de forma paulatina, comenzando por un solo movimiento o rasgueo individual para conocer de forma gradual como se llevan a cabo los cierres de las melodías.

Una técnica que podrás utilizar es el apagado, que no es más que colocar la mano sobre las cuerdas sin golpearlas para como su nombre lo indica apagar el sonido, el cual se utiliza de forma muy común para realizar este rasgueo.

Después de realizar una serie de rasgueos individuales, tendrás oportunidad de ir avanzando para realizar el rasgueo de abanico con tres y hasta con cinco vueltas consecutivas.

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