El acordeón es un instrumento indispensable en la interpretación de música norteña, pues su sonido es tan característico de los ritmos populares mexicanos que sin él, las canciones de ese género simplemente no serían lo mismo.
Ya sea solo o en grupo, el acordeonista es capaz de transmitir todo ese sentimiento que identifica a las canciones norteñas, sobre todo si se trata de temas de amor, despecho y decepción.
Para que conozcas un poco más de los artistas cuyas aportaciones a la música sirvieron de base en la creación de los cursos de acordeón que Virtuosso Producciones tiene para ti, te presentamos una reseña de los más representativos intérpretes de música norteña.
Ramón Ayala
Ramón Covarrubias Garza es el nombre original de quien es considerado como uno de los máximos representantes de la música norteña y grupera.
Por su trayectoria, Ramón Ayala es uno de los íconos de la música popular mexicana y un ejemplo a seguir, pues no sólo ha puesto el nombre de nuestro país muy en alto, también ha logrado lo que pocos mexicanos: obtener cuatro premios Grammy a lo largo de su carrera artística,
Tuvo su primer acordeón a los cinco años de edad y su ascendente carrera inició cuando se unió a Cornelio Reyna y juntos formaron “Los relámpagos del norte”
Sin embargo, 1971 fue el año que marco la disolución del exitoso dueto, Cornelio emprende una carrera en solitario con un éxito relativo. Pese a que muchos críticos musicales señalaban el hecho como el fin de la trayectoria de Ramón, en vista a que sólo ejecutaba el acordeón, esto no fue así.
Al separarse de Cornelio Reyna, muchas personas auguraron el fin de la carrera artística de Ramón Ayala, pero contra los pronósticos, éste salió adelante y se convirtió en uno de los más exitosos músicos y acordeonistas del país.
Éxitos como “Corazón malo”, “Lo lindo de ti”, Mi golondrina”, “Chaparra de mi amor”, “Mi tesoro”, “El oso negro” y “Tragos amargos” -todos ellos incluidos en los cursos de éxitos norteños creados por Virtuosso Producciones- han convertido a Ramón Ayala en “el rey del acordeón”.
Los Cardenales de Nuevo León
Fue en 1982 cuando este grupo norteño inició su carrera tocando en restaurantes y cantinas, pero fue hasta que grabaron su primer disco titulado “Si yo fuera él”, cuando empezaron a posicionarse en el gusto del público.
Han obtenido numerosos reconocimientos por las ventas de sus discos, y sus éxitos musicales continúan en aumento, gracias a su peculiar forma de interpretar canciones norteñas, siempre acompañados de un acordeón.
“Si yo fuera él”, “La chica está enojada”, “Mi cómplice” y “Compréndala” son sólo algunos de los temas que este grupo ha convertido en éxitos.
Grupo Pesado
Con una frescura tal que los caracteriza como iniciadores de una nueva generación en la música norteña, los integrantes de esta agrupación han sabido conmover a los fanáticos de este género.
Encabezado por Beto Zapata, un experto en la ejecución del acordeón, este grupo inició en 1993, incluyendo elementos innovadores como mezclas de música norteña con ritmos latinos, con acordeón, guitarra y batería.
Para festejar su décimo quinto aniversario, Pesado grabó un disco en el que incluyó covers de otros grupos norteños y grandes acordeonistas, como Los Cadetes de Linares, Ramón Ayala y Los Tigres del Norte.
Entre las canciones más conocidas de esta agrupación se incluyen: “Tus mentiras”, “Lástima me das”, “Ojalá que te mueras” y “A chillar a otra parte”.
Intocable
Con su estilo pegajoso y letras llegadoras, este grupo norteño logró posicionarse rápidamente en los primeros lugares de las listas de popularidad, vender más de 10 millones de discos y acumular fans en México y Estados Unidos.
Desde sus inicios y hasta 1999, Intocable produjo exitosas canciones como “Llévame contigo”, “Y todo para qué”, “Eres mi droga”, “¿Dónde estás?”, “Perdedor” y “Amor Maldito”, pero justo cuando ese año iniciaba, la agrupación sufrió un grave accidente en el que perdieron la vida José Angel Farías (animación), Silvestre Rodríguez (bajo eléctrico) y José Ángel González (coordinador). El resto de los integrantes permaneció durante seis meses alejado de los escenarios y de su público, sin embargo, a pesar de las dificultades entraron de nuevo al estudio de grabación para preparar su producción número seis.
En ese nuevo disco, titulado “Contigo”, incluyeron a dos nuevos integrantes y el tema titulado “”El amigo que se fue” dedicado a sus compañeros que fallecieron en el accidente. Ello significó el retorno de Intocable y con ello, la producción de más temas exitosos.